Los obispos de Estados Unidos alentaron a rezar por la unidad del país y por las nuevas autoridades elegidas en las elecciones del 5 de noviembre, en la que resultó elegido el candidato republicano Donald Trump, quien derrotó a la candidata demócrata Kamala Harris.
“Hoy oremos unos por otros y por nuestro país. Damos a nuestro país lo mejor de nosotros como ciudadanos cuando tratamos de ser totalmente fieles a las enseñanzas de Cristo y su Iglesia”, escribió en su cuenta de X el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez.
Por su parte, el Cardenal Wilton Gregory, Arzobispo de Washington, señaló en una declaración que “es de vital importancia que cada uno de nosotros recuerde que, como personas de fe y de buena voluntad, estamos llamados a trabajar juntos para buscar la verdad, la justicia y la paz en nuestros hogares, en nuestras comunidades y en nuestra nación”.
Tras comentar que algunos experimentan alivio y otros ansiedad por el futuro, el cardenal resalta que “nuestro camino hacia adelante radica en el respeto mutuo y en la dignidad que Dios nos dio y que ofrecemos libremente con oración, paciencia, bondad y esperanza. ¡Que Dios bendiga a los Estados Unidos de América!”.
“Hemos usado el privilegio de votar. Hemos sido responsables. Nuestra fe nos ha enseñado que nuestra confianza está en Dios que salva. Mantengamos nuestra fe que nos llevará a la esperanza y al amor aquí en la tierra y al amor por la eternidad. ¡Amén!”, compartió por su parte el Arzobispo de San Antonio (Texas), Mons. Gustavo García-Siller, que como Mons. Gomez también es de origen mexicano.
En una declaración publicada en el sitio web del episcopado de Estados Unidos, el presidente de la conferencia episcopal y Arzobispo Castrense, Mons. Timothy Broglio felicitó a Donald Trump por su triunfo y destacó que ahora “pasamos de la campaña a gobernar”.
“La Iglesia Católica no está alineada con ningún partido político, y tampoco lo está la conferencia episcopal. No importa quién ocupe la Casa Blanca o tenga la mayoría en el Capitolio, las enseñanzas de la Iglesia permanecen inalteradas, y nosotros, los obispos, esperamos trabajar con los representantes electos del pueblo para promover el bien común de todos”, subrayó el prelado.
Tras recordar el deber de cristianos y estadounidense de “tratarnos unos a otros con caridad, respeto y civilidad”, el arzobispo instó a rezar “por el presidente electo Trump, así como por todos los líderes de la vida pública, para que estén a la altura de las responsabilidades que se les han confiado al servir a nuestro país y a quienes representan”.